martes, 12 de mayo de 2020

Alimañas

Un cuento de supervivencia, desvelos, miedos y... Asesinatos.


Era la noche del 9 de Mayo del 2020 y hacía mucho calor. acabábamos de terminar el festejo del día de las madres y en la casa había un ambiente de felicidad palpable.

Rabia sido un día duro para las hermanas, que se esforzaron por que todo en el festejo saliera perfecto, así que ya estaba cansadas y solo querían dormir, así fue que ambas entraron en su habitación y cayeron dormidas casi enseguida.

Esa misma mañana, el padre de las hermanas se dedico a limpiar su cuarto de trabajo, en donde se guardaban todos los trastos que casi nadie usaba en casa, ahí fue donde encontró una caja que pertenece a la madre, en ella había una jarra y unos vasos de cristal.

El padre le pregunto a su esposa si la necesitaba, ella respondió que en efecto, la necesitaba, acto seguido, la madre tomo la caja en brazos y la llevo a la cocina de la casa, pero como en ella había un completo caos, ya que sus hijos estaban afanados cocinando su banquete para el festejo, así que decidió dejar la caja, temporalmente, en el cuarto de las hermanas, argumentando que al día siguiente la desempacaría y le daría su lugar en la alacena.

El festejo paso sin contratiempos y entonces volvemos a las hermanas dormidas en su habitación, donde, alrededor de la media noche una de ellas escucho ruidos extraños cerca de la cabecera de su cama.

Ella reacciono como si el mismísimo Lucifer hubiera aparecido en ese lugar, se levanto como rayo de la cama y desde los pies de la misma trato de localizar el origen del ruido, lo cual represento un enorme  problema, ya que esa hermana usa lentes y es bastante, bastante ciega.

Los lentes habían quedado sobre la mesa de noche al lado de su cama, y por el miedo que le provocaba aquel ruido no se atrevía a acercarse, ya que basada en su experiencia, estaba convencida de aquello que provocaba el ruido.

La otra hermana, al escuchar el ruido se despertó y pregunto que era lo que pasaba, la ciega le dijo, no me creas, pero estoy segura de que hay una alimaña alada entre nosotras.

Encendieron la luz de la habitación y ahí estaba, una enorme y café alimaña alada mirando directo a las hermanas, moviendo un poco sus largas antenas, fuera de eso, estaba inmóvil, esperando el momento perfecto para escapar de ahí.

En ese momento, y sin perder de vista semejante alimaña, la hermana ciega le dijo a la otra, debemos matarla, es ella o nosotras, lentamente, la otra hermana fue por el arma, que siempre esta a la mano y bien cargada, tomo en sus manos la botella y se la paso a la hermana ciega, que es la mas rápida de las dos disparando insecticida y con mejor puntería, pero, el problema era que, no tenia puestos sus lentes!

Ella ni siquiera veía la forma de la alimaña, sabia lo que era, pero solo veía una mancha distorsionada en la pared, así era imposible que pudiera disparar sin errar el tiro, estiro la mano con el arma en dirección a la otra hermana y le dijo, esta ves, tienes que hacerlo tu, yo no veo.

La otra hermana tomo el arma, apuntó y disparó, la alimaña corrió en círculos sobre la pared, en apariencia todo iba bien, la hermana ciega le dijo a la otra, remátala!, pero cuando la otra hermana apunto, la alimaña maldita salio volando en dirección a ellas, totalmente enfurecida, sacudía sus alas a toda velocidad y se lanzo de cabeza contra ellas tratando de defender su miserable existencia.

Las hermanas corrieron y gritaron al unisono huyendo de la alimaña voladora que ahora las atacaba con furia, fue tal el escándalo que se armó en la habitación, que la mama se levanto y fue a ayudar a las hermanas en la lucha, convirtiéndose así, en cómplice de asesinato.

El problema fue que, no había a quien asesinar!, la alimaña logró huir y esconderse en algún lugar de la habitación... Entre las tres buscaron por todos lados sin resultados positivos, la alimaña estaba completamente desaparecida.

Fue el grito de la otra hermana quien alerto a la hermana ciega y a la mama, la alimaña la aisló y la ataco a ella sola, se le subió por el brazo y corrió hacia su espalda, ella gritaba y se sacudía aterrorizada, iba en dirección a la hermana ciega en busca de ayuda, cuando la alimaña salio volando justo frente a la hermana ciega!, ella grito al "ver" (porque en realidad no veía) cuando la mancha café volaba furiosa hacia su cara.

La hermana ciega corrió y grito también, se sacudía como si la hubieran sentado en la silla eléctrica, aunque la alimaña no había conseguido alcanzarla, los ojos se le salían de puro terror, cuando volteo a ver que pasaba, vio que la mama tiró a la alimaña con un certero chanclazo y la había aplastado hasta hacer pedazos su asqueroso cuerpo.

Después, ella misma tomo una escoba y se deshizo del cadáver, o de lo que quedaba de el. Ninguna dijo nada, no se atrevían ni a mirarse después de lo ocurrido. Pero con la amenaza eliminada, podían volver a dormir en paz, Así lo hicieron entonces y cada una se fue a su respectiva cama. Volvieron a dormir.

Pero esa tranquilidad no duraría por mucho tiempo, ya que alrededor de las 4 am, nuevamente, la hermana ciega escucho un ruido sospechoso dentro de la habitación, pero esta vez si estaba preparada, se sentó en la cama, tomo sus lentes, una lampara y el arma cargada, apunto la luz en dirección a donde se escucho el ruido.

Su terror creció cuando en el piso vio una alimaña vengadora, que estaba quieta y dispuesta a desaparecer al verse descubierta, comenzó a moverse lentamente hacia un lugar seguro bajo un mueble, pero la hermana ciega no dudo, apunto el arma y disparo dos veces.

La alimaña voló desesperada y se perdió de vista por un momento, la otra hermana despertó asustada y pregunto, había otra?. La hermana ciega pidió silencio y ambas prestaron atención a cualquier ruido que se escuchara y que indicara que la alimaña seguía con vida y revelara su escondite.

Pero la alimaña estaba en silencio, no emitía ni un solo ruido, nuevamente las hermanas buscaron por todos lados de la habitación, no la encontraron, decidieron entonces que volverían a dormir, de pronto, la otra hermana comento, que la única cosa extraña en la habitación era la caja que la madre había dejado ahí durante el día. 

La hermana ciega se acerco a la caja, y la saco de donde estaba, ya que todo parecía indicar que en esa caja se habían infiltrado las malditas alimañas esas. Volvieron entonces a dormir, pero de manera intranquila.

Al despertar del día siguiente, cuando las hermanas despertaron, encontraron el cadáver que yacía patas arriba, muerto y totalmente seco, como momificado debajo de la cama de la hermana ciega, como un mudo testigo de la masacre que se había dado la noche anterior y de su intento por cobrar algún tipo de venganza con el ultimo aliento de su horrendo cuerpecito.

Fin.



** Este cuento es de mi autoria, no ha sido tomado de ningún otro sitio y/o autor **

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